La columna de Gambino: “Batalla Eterna”
DEPORTIVO MORÓN

La columna de Gambino: "Batalla Eterna"

Desde hace mas de 50 años que Deportivo Morón se debate en una pelea infructuosa, que se acrecentó en los últimos seis años al arribar al Nuevo Francisco Urbano; no logra ser un club sustentable.

La columna de Gambino:

Redaccion // Martes 04 de junio de 2019 | 11:06

 

La columna de Gambino: Batalla Eterna
Desde hace mas de 50 años que Deportivo Morón se debate en una pelea infructuosa, que se acrecentó en los últimos seis años al arribar al Nuevo Francisco Urbano; no logra ser un club sustentable.
Por Luis Gambino
Los egresos superan largamente a los ingresos y no hay manera hasta el momento de revertir esta situación.
Por estos tiempos complicados en lo económico la brecha tiende a acrecentarse aun mas en tiempos de la gran recesión futbolística en donde hay casi 5 meses sin competencia, sumada a la escasa cantidad de sponsors.
Por ventanilla pasan los heroicos socios y el ingreso mensual de la cuota de la TV proveniente de AFA. Por la canilla de salida se disparan sueldos, aportes previsionales, servicios, impuestos, costos de mantenimiento que en la suma superan con holgura los ingresos.
En un club cuyo corazón late casi en su totalidad por lo futbolístico, origen de sus mayores egresos, cualquier dirigencia de turno deberá apelar a los «benefactores» de turno; lease prestamistas, los cuales pueden ser los dirigentes de turno o allegados a la mismos. No debe obviarse que ya no es tan sencillo desentenderse de los compromisos, los servicios se cortan, y los embargos e inhibiciones llegan sistemáticamente ante incumplimientos.
En este panorama cuesta entender como la bendita unidad de los diferentes sectores políticos que componen el mundo del club nunca terminan de convivir en forma armoniosa culpándose mutuamente de la no concreción de los necesarios acuerdos de los sectores en pos de un club mejor.
Desde afuera la masa societaria escucha a los compontes de turno , no sabe para que lado disparar y en el medio el club sufre las consecuencias. Mientras la batalla eterna económica parece no tener fin.

 

Por Luis Gambino

Los egresos superan largamente a los ingresos y no hay manera hasta el momento de revertir esta situación.

Por estos tiempos complicados en lo económico la brecha tiende a acrecentarse aun mas en tiempos de la gran recesión futbolística en donde hay casi 5 meses sin competencia, sumada a la escasa cantidad de sponsors.

Por ventanilla pasan los heroicos socios y el ingreso mensual de la cuota de la TV proveniente de AFA. Por la canilla de salida se disparan sueldos, aportes previsionales, servicios, impuestos, costos de mantenimiento que en la suma superan con holgura los ingresos.

En un club cuyo corazón late casi en su totalidad por lo futbolístico, origen de sus mayores egresos, cualquier dirigencia de turno deberá apelar a los «benefactores» de turno; lease prestamistas, los cuales pueden ser los dirigentes de turno o allegados a la mismos. No debe obviarse que ya no es tan sencillo desentenderse de los compromisos, los servicios se cortan, y los embargos e inhibiciones llegan sistemáticamente ante incumplimientos.

En este panorama cuesta entender como la bendita unidad de los diferentes sectores políticos que componen el mundo del club nunca terminan de convivir en forma armoniosa culpándose mutuamente de la no concreción de los necesarios acuerdos de los sectores en pos de un club mejor.

Desde afuera la masa societaria escucha a los compontes de turno , no sabe para que lado disparar y en el medio el club sufre las consecuencias. Mientras la batalla eterna económica parece no tener fin.

 

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