Tras cumplirse un año desde la instalación de la terminal aérea y con múltiples denuncias de la comunidad de los barrios linderos, este informe de la Universidad de General Sarmiento, que además de mostrar las consecuencias negativas de los vuelos, denuncia que los informes realizados por la empresa Aeropuertos 2000 “en cierta manera, minimizan o dejan entrever que la conversión de la base militar en un aeropuerto comercial de alto tránsito no tiene impacto apreciable sobre la población vecina”.

En su informe, Jorge asegura que “este impacto tiene dos aristas fundamentales: la contaminación por emisiones gaseosas y la contaminación sonora”.

Si bien no existe en el país una legislación específica sobre la contaminación acústica en el páis, el investigador subrayó que “ciertas normas nacionales y protocolos utilizados internacionalmente que pueden ser aplicados para la determinación del grado de impacto de la operación de un aeropuerto sobre la población vecina”.

“Hay coincidencia de que ya se está produciendo impacto acústico con las operaciones existentes hacia finales de 2018. En el caso de los informes de AA2000 (y aprobados por la autoridad de control), el impacto se muestra inequívocamente en sus informes (Informe de Marzo) o se oculta (Informe de setiembre) utilizando mediciones con métricas diferentes a las que ellos mismos, en informes anteriores, consideran como las aplicables para determinar impacto acústico”

“En la actualidad El Palomar está teniendo una operación cercana o mayor a los 30 movimientos diarios, con lo que se desprende que el aeropuerto ya estaría por encima de su capacidad máxima de operaciones de bajo impacto, y las zonas vecinas a las cabeceras ya estarían sufriendo un impacto considerable debido al ruido aeronáutico”, sostiene Jorge en su informe.

El investigador sostiene que “es necesario que las autoridades de control de la actividad aeronáutica tomen cartas en el asunto lo antes posible, para evitar que el impacto acústico afecte a la población vecina al aeropuerto, limitando la actividad aeroportuaria, redefiniendo sus horarios y tomando medidas mitigatorias sobre los edificios de uso público” Fuente El Cactus.