Según cuentan los registros, a partir de los donativos gestionados por las damas de la organización religiosa San Vicente de Paul, se colocó en 1902 la piedra fundamental y comenzaron las obras de construcción.

Luego de siete años de trabajo, finalmente fue inaugurado el 7 de febrero de 1909, gracias al aporte de los vecinos y vecinas, la realización de festivales en el Teatro Italia Una, de kermesses en el Club del Progreso, además de rifas y colectas.

El flamante edificio se levantó en tierras donadas por Ostaciana Bravo de Lavignolle, “una tradicional quinta, punto de referencia casi geográfico para localizar las viviendas esparcidas por el lugar”, cuentan las crónicas de la época. Su primer director fue el doctor José María Casullo.

Definitivamente bajo la administración municipal desde 1978, debió resistir a los embates de la privatización rousselotista en la década del 90´ y ahora el vaciamiento macrista. Después de todo ya lo dice la negra Sosa: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí y sin embargo sigo aquí resucitando”.

Fuente: ElCactus

Historia de Morón